El cantante Usher fue el encargado de realizar el show de Medio Tiempo del Super Bowl LVIII que se realizó en el Allegiant Stadium de Las Vegas, Nevada.
El encuentro donde los 49’ers y los Chiefs se vieron las caras una vez más y del cual salió victorioso el equipo comandando por Patrick Mahomes, contó con la participación de Usher, una de las figuras más importantes del R&B estadounidense.
Se trató del segundo Medio Tiempo organizado por Apple Music donde se resaltaron los éxitos que consolidaron a Usher como estrella de la música estadounidense, no obstante parece que esto no fue suficiente para el público latinoamericano en donde las opiniones se vieron divididas.
Si bien los inicios de los 2000s fueron un momento cumbre para el vocalista y la industria del pop estadounidense en general, la música generada por artistas de afrodescendientes no se popularizó tan fácilmente a diferencia de boybands o solistas de origen blanco o latino.
¿Fue esta falta de difusión lo que ocasionó la crítica hacía el show de Usher?
Usher Raymond IV es un cantante de R&B y Hip-Hop que nació en Dallas, Texas el 14 de octubre de 1979, el vocalista inició su carrera musical en 1994 bajo la dirección de Sean Combs, P.Diddy.
Fue hasta los inicios de los 2000 ante una avanzada del pop estadounidense que se acrecentaba con estrellas como Backstreet Boys, *NSYNC, Britney Spears, Christina Aguilera o desde Gran Bretaña Spice Girls, Take That o Westlife mientras que el Hip-Hop y Rap no llegaba a ser tan difundido en los medios latinoamericanos.
Eran personajes como Destinys Child, 50 Cent, Nelly poco a poco ganaban terreno no obstante, no eran suficiente para consolidarse en el gusto latinoaméricano.
En este mismo tenor poca fue la difusión que los artistas afrodescendientes tuvieron en México y Latinoamérica, pese a que en el ámbito underground, los artistas de rap y hip-hop colocaban sus canciones, en los 90’s más cercanas a la protesta social y no a un estilo de vida ostentoso.
En redes sociales, fanáticos de los Medios Tiempos no parecieron contentos con la participación del cantante desde que se anunció su participación. Siendo el segundo show que Apple Music realiza, fue el espectáculo de Rihanna donde se dio a conocer su embarazo, un parteaguas después de más de 10 años donde Pepsi llevó a los más importantes exponentes de la música internacional, pero sobre todo de aquellos que ensalzaban la identidad norteamericana.
Siguiendo esta misma línea para el público latino, en redes se ha considerado que los espectáculos más recientes, tanto de Apple como de Pepsi, no han sido tan impactantes como los de estrellas de la clase de Rolling Stone, Prince, U2, Lady GaGa o Katy Perry.
Ante esto también surgen voces que en América Latina defienden y explican cuál es la línea que siguen estos shows y hacía dónde van.
Se destacó la importancia de la representación de Usher en el mes del Orgullo de la Herencia Negra y que hayan sido unicamente artistas negros quienes fueron invitados al show del cantante, siendo Alicia Keys quién también vio gran crecimiento durante los 2000’s de su carrera en el R&B.
El publicó cuestionaba sobre quién era, por ejemplo, Lil’ Jon pues el rapero no es realmente conocido en América Latina pese a que tuvo gran éxito con su participación en la canción “Yeah” del vocalista o el single “Watagatapitusberry” en compañía de Pitbull.
No obstante, también destacó el físico que Usher ha mantenido y que dejó ver durante el show mientras mostraba una producción digna de los grandes casinos de Las Vegas.
Desde otra perspectiva, en redes se hablaba también sobre la falta de conexión que hay entre el concepto de Las Vegas y la música R&B, rap y Hip-Hop que tiene mayor impacto y origen en otras ciudades de Estados Unidos, mientras que en “La Ciudad del Pecado” sobresale la música más centrada en el espectáculo y entretenimiento, similar a las estancias que Adele, Lady GaGa, U2, Beyoncé han dejado en dicha ciudad.
Fueron claros los guiños que Usher dio a Michael Jackson y a otros artistas, sin embargo, parece que no fue suficiente para llenar la expectativa de los fans.